martes, julio 26, 2005

Sentimiento de Inferioridad

A veces los alcoholicos tienen algo similar a los religiosos. Adapatado de un
informe sobre alcholismo:

El efecto Rol 3 :: Sentimiento de Inferioridad.


El efecto Rol es una forma de llevar nuestra religiosidad a un extremo cruel,
agigantándola por las frustraciones de no ser nadie en la vida real y donde
alguien que desempeña tal papel, en este mundo de Internet, se autoproclama
"profeta", "ministro" o algo semejante.”

Algunos cristianos tienen una enorme necesidad de compensar un sentimiento de inferioridad que los conduce a una conducta de querer siempre llamar la atención, es por ello que buscan el “poder” dentro del cristianismo para convertirse en sujetos presumidos, jactanciosos y orgullosos, narcisistas, soberbios y omnipotentes Una de las características que con más frecuencia se presenta en la estructura de personalidad del adicto a este tipo de sensacionalismo “espiritual” es el llamado complejo de inferioridad. Este consiste en un persistente sentimiento de sentirse menos que los demás. Este complejo es el resultado de experiencias desafortunadas en los primeros años de vida, donde las necesidades de afecto y aceptación no fueron satisfechas adecuadamente provocando una falta de autoafirmación en sus virtudes y cualidades, dando lugar a una persistente inseguridad y falta de confianza en sí mismo. Muchas veces buscando en el cristianismo sobrellenar ese vacío mediante el sensacionalismo y el extremismo.

Extremistas Cristianos

Las personas que buscan llenar ese vacío en el cristianismo y no en Dios muchas veces se tornaran extremistas. Esta es una característica típica de este tipo de personas, yendo de un extremo a otro buscando el sensacionalismo de lo espiritual, llamándose a si mismo profetas, apóstoles u otro tipo de nombres y en otro momento se sienten perseguidos, que nadie los quieren, odiados, etc. Es decir, van de un extremo al otro y, para lograrlo, utilizan las manifestaciones espirituales como una muleta emocional y les cuesta trabajo situarse en el justo medio, dependiendo de EL Dios de los dones y no del sensacionalismo. Este tipo de comportamiento, dependiente de las emociones, del “que dirán” etc., muchas veces llevará a estos individuos al egocentrismo.

Siendo Egocéntricos

El egocentrismo es la necesidad de ser siempre el centro de atención. La necesidad de ser admirados, escuchados y aplaudidos por los demás. No escuchan a los demás, y siempre creen tener la razón. Tratando de verse mas espirituales o mostrar “Que Dios le habla directamente” o que lo usa de una forma especial, “mejor” que a los otros, destacar sus posiciones materiales, sus títulos Académicos, o pociones en su congregación. Evidentemente una necesidad enferma, consecuencia de su temor a no ser aceptados, a ser rechazados por los demás, de no ser tomados en cuenta. El ser egocéntrico no es más que una consecuencia de ese “sobrellenar” al complejo de inferioridad. Por eso, la necesidad de destacar en todo, de ser siempre el más espiritual, mas bendecido, mas “usado” por Dios, de llamar la atención de esa forma. La psiquiatría define el egocentrismo como una disposición mental que mueve a los individuos a referirlo todo a ellos, y a no abordar los problemas que se les plantean sino desde su punto de vista estrictamente personal, con menosprecio de los intereses vecinos o del interés general. Estos sujetos carecen totalmente de sentido altruista. Persiguen con obstinación incansable lo que consideran como su derecho; aparte de exagerar el daño que dicen haber sufrido se añaden orgullo, desconfianza y agresividad, y ello los induce en ocasiones a reacciones antisociales (imposiciones injustas, comportamientos abusivos, etc.) que los convierte en personas conflictivas y antipáticas. Este tipos de personas se sumergen en el ya mencionado en otro dos Artículos “Efecto Rol”, creándose otra personalidad, a veces de profeta u otra posición de supuesto “poder”, reclamando siempre este titulo sobre si mismo, para poder ejercer autoridad sobre los demás.

Purificadores.

Estas personas también se tornan desconfiadas de todo, exigentes, que todo lo ven mal y que sólo se dedican a criticar y a corregir a todo el mundo. Se tornan personas malhumoradas y amargadas, muchas veces afectando, de forma muy negativa su vida personal, su matrimonio, su familia, amistades etc. Pasándose la mayor parte del tiempo criticando y sumergiéndose en discusiones vanas. Siempre están criticando la conducta de los demás, o abusando de sus supuestos “atributos espirituales” lanzando maldiciones, condenaciones, creyéndose poder manipular el Poder de Dios para condenar, maldecir, a sus semejantes. Continuamente condenan las imperfecciones de los otros y se vuelven unos expertos en aconsejar a los demás, posicionándose siempre por encima del aconsejado, dejando mostrar su supuesta “sabiduría y experiencia”. Mientras más critican y más condenan a los demás, más espirituales se sienten ellos mismos. Estos se vuelven unos auténticos fariseos que se escandalizan de otros y se convierten en verdaderos jueces del comportamiento y creencias de los demás y, al mismo tiempo, van desarrollando una creciente incapacidad para auto criticarse y se sienten agredidos cuando alguien los critica, los corrige, los descubre o les dice sus verdades. Convertirse en el juez del comportamiento de los demás no es más que un mecanismo de evasión de la realidad: "Prefiero juzgar y condenar la conducta de otros que la mía propia". Este mecanismo de evacion de la realidad los conduce a la autosuficiencia. Esta autosuficiencia los torna soberbios y hipócritas, proyectando una imagen falsa de si mismos detallado en “EL EFECTO ROL 1 y 2”.

Orgullosos

“El orgullo consiste en la sobreestimación por el individuo de sus virtudes reales o supuestas.” Este orgullo se manifestara habitualmente por la intolerancia, tiranía y abuso de autoridad en todos los aspectos de la vida sea en su familia, en su trabajo y en lo espiritual. La arrogancia y la actitudes irónicas despectivas, son las dos características del orgullo que le hará un individuo antipático y odioso, aunque sea una persona inteligente y hasta genial. Se convierten en pequeños tiranos que siempre quieren tener la razón y se sienten agredidos y atacados cuando alguien los objeta o los contradice. Este tipo de personas suelen atacar a los que no piensan como ellos. También suelen ser eternos críticos de personas, denominaciones, etc., mostrando indignación y mostrándose más conocedores que ellos, pero no es más que una forma farisaica de manipular a los demás para llenar esa necesidad de poder generada por omnipotencia. La expresión máxima del orgullo es la omnipotencia. La omnipotencia en estos individuos produce un ser orgulloso, convencido de que es el dueño de la verdad, que la razón sólo le pertenece a él que su razón es la única que existe en el mundo, que Dios le habla solo a el, que le usa solo a el, y que “castigara” al que no piense como el, en definitiva solo tendrá a Dios como su instrumento para saciar sus ansias de poder. El omnipotente crea sus propias verdades, porque no puede distinguir entre lo que es real y razonable y lo que es irreal y sensacionalista. Obedece siempre a los impulsos de sus instintos y nunca a los lineamentos de su sabiduría de Dios, ya que la sabiduría no puede penetrar en este individuo, porque sus acciones y pensamientos solo son para alimentar su propio ego y no el espíritu, y porque dichas acciones solo son producto del sensacionalismo y su propia “fantasía de poder”. El omnipotente ejerce una autoridad irracional, dejando el amor totalmente fuera. Es obedecido porque se le teme, ya que este utiliza a Dios como instrumento de amenaza para aquellos que le quieran criticar o objetar algo, haciendo a Dios a su propia imagen y semejanza, la de un padre castigador sin piedad, impaciente y pronto para castigar, confundiendo aquellas personas que sinceramente le buscan y que son nuevos en el cristianismo. El omnipotente es arrogante, mostrando siempre que pueda sus logros materiales y espirituales, siempre haciéndose una auto propaganda, mostrando una falsa humildad y pensando que puede simular esta auto propaganda con frases típicas de “pero es para su gloria” etc. Lamentablemente hoy en día nos olvidamos las buenas costumbres como las de los nobles de Berea:

Cita: Hechos 17:11 Éstos eran de sentimientos más nobles que los de Tesalónica,
de modo que recibieron el mensaje con toda avidez y todos los días examinaban
las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba

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